LA CONCIENCIA DE MI VULNERABILIDAD

Estoy sentada en mi despacho, una cita que me ha cambiado la hora en el último momento porque se encontraba enferma y yo … Me niego a NO HACER.

Me resuena en mi interior aquello de ‘no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy’. 

Siento en mi cuerpo la tensión en mi estómago, cómo si las tripas se apretaran porque NO ESTOY HACIENDO.

Aparece mayor malestar. Quiero bajar a hacer compras, quiero poner en orden mi contabilidad, quiero hacer esa llamada pendiente a mi amiga… Todo por no quedarme sin hacer nada.

Me pongo a escribir y me atrevo a mostrar que ésto sigue siendo mi talón de Aquiles. Llevo años intentando parar y me he encontrado con muchos boicots, los cuales ya reconozco pero no es suficiente con verlos para calmarme, necesito integrarlos.

Me sorprendo moviendo la pierna a toda prisa mientras escribo. Estoy nerviosa. No sé si lo publicaré pero me sienta bien escribir en qué estoy AQUÍ Y AHORA.

Soy psicóloga, ‘no debería’ pasarme ésto a mí. Ya tendría que tenerlo ‘controlado’. De nuevo olvido que soy humana y mi Ego me dice cómo deberían ser las cosas y cómo debería sentirme. 

Ahora me detengo dejando sentir las palabras que escribo. Me detengo dejando que mi cuerpo hable. Me detengo e intento abrazar mi vulnerabilidad. Me detengo y acepto que ésto está y no lucho en contra de ello, dejo de pelearme para que esta sensación desaparezca.

Estoy parando y una sensación de dejadez inunda mi cuerpo. Me siento muy cansada y eso me asusta. No me gusta sentirme así, me da miedo que ésto sea lo que siento normalmente o me lleve a un estado de mayor pesadez…ya estuve ahí un tiempo y me asusté. Me da miedo ver qué la desilusión está en mi vida y más aún ver qué me desilusiona. Por eso hago y hago, no quiero sentirme “mal”, no quiero estas emociones en mí.

Me convenzo que lo que hago es por si mañana me falta. Me convenzo que hago lo que hago porque es lo que tengo que hacer, es mi deber. Me convenzo que hago porque sino, seré una vaga … Y la realidad es que hago para no sentirme “mal”.

Hoy os hablo de AQUÍ Y AHORA. De cómo es sentirse, comprenderse, permitirse en el momento.

Hoy os hablo de ese sentimiento de malestar que se asemeja al vacío. Vacío que todos alguna vez sentimos y no nos permitimos atravesar.

Hoy os hablo de algo que sucede en muchas ocasiones en consulta: El miedo a no cumplir las expectativas. El miedo a mostrarme y no ser visto. El miedo a ser vulnerable y que puedan dañarme. El miedo a que no me quieran cómo soy, no me acepten.

Hoy os hablo de la vulnerabilidad. De ser y mostrarse humano. De escribir en primera persona aquello que está sucediendo, revisando lo que en estas líneas escribo y esperando que pueda llegar el mensaje que quiero: Me da miedo ser humana y no ser perfecta. Temo sentirme y verme frágil o vulnerable. Me da miedo que veas mi inseguridad, me juzgues tanto como yo lo hago. Y agarro a este miedo del brazo, lo miro y me digo: está bien así, estás aquí por algo y HOY, AQUÍ Y AHORA, quiero escucharte.