Soy Covadonga,

Psicóloga Sanitaria y Gestalt especialista en traumas.

Te acompaño y ayudo a resolver cualquier trauma que tengas debido a algún evento o circunstancia  negativa en tu vida.
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Psicólogo para traumas en Málaga

Reescribiendo historias, liberando el pasado,

abriendo camino al futuro.

Durante mi experiencia como terapeuta sentía que había partes inaccesibles en mi paciente. Observaba diferentes partes, más allá de los roles que todos tenemos como el “rol de hija, madre, trabajadora, amiga…” Me refiero a partes de la misma persona que aparecían a modo de defensa ante algún tema, de desconexión, de hiperactivación…

Cuando realizaba la línea del tiempo observaba lagunas, una cara de malestar, sudoración, salto o evitación de alguna etapa. Fue aquí cuando me empecé a interesar por el origen y la raíz de esa sintomatología que era su motivo de consulta… En esa evaluación no quería caer en un diagnóstico de esa sintomatología, sentía que era algo más profundo.

En esta ocasión, tras una larga evaluación e intervención psicológica,  llegamos a un evento traumático del que mi paciente no había sido totalmente consciente.

Comencemos

¿Has experimentado traumas que te impiden avanzar y disfrutar de una vida plena? No estás solo/a en este camino de sanación. Permíteme acompañarte y brindarte el apoyo necesario para transformar tu dolor en fortaleza.

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    Preguntas frecuentes

    ¿Qué es el trauma psicológico?

    Un trauma psicológico sería resultado de la exposición a un acontecimiento estresante que es inevitable, genera emociones muy intensas y sobrepasa los mecanismos de afrontamiento de la persona.

    Este desbordamiento emocional, dificulta que la situación se procese y almacene en nuestra memoria de forma adecuada. Por el contrario, se almacena produciendo ansiedad y un intenso malestar. Estos síntomas pueden aparecer en situaciones que no son amenazantes para la persona, generando una herida emocional. 

    Por otra parte, cada persona vive las situaciones de forma diferente y tiene sus propios recursos de afrontamiento. Por este motivo, un mismo evento puede provocar un trauma a unas personas, pero no a otras.

    ¿Cómo se crea el trauma?

    Se produce cuando la persona se enfrenta a una situación de amenaza y de tensión, ya sea psicológica o vital, de la que no puede escapar y para la que sus recursos psicológicos de afrontamiento no son suficientes. Por lo tanto, no puede enfrentarse a ella de manera eficaz, ni puede huir, ni procesarla y asimilarla de forma adecuada y adaptativa.

    Memoria y trauma.

    Durante la experiencia traumática hay una desregulación, que provoca una alteración importante en el proceso de memorización y el recuerdo de la situación.

    Esta desregulación se debe a una hiperactivación de la amígdala (su principal función es el procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales), cuando está hiperactivada se inhibe la actividad del hipocampo (encargado del procesamiento de las experiencias y la memorización de la secuencia temporal de las mismas. Entre otras funciones).

    Por este motivo, el hecho traumático interrumpe la línea histórica de la persona, produciendo alteraciones a nivel biológico, emocional, cognitivo y relacional.

    Los recuerdos traumáticos se organizan fragmentándose en el cerebro, quedando la percepción auditiva, olfativa, visual… aparentemente sin relación entre sí. Por este motivo, por ejemplo, un olor, puede asociarse al evento traumático y desencadenar una respuesta emocional muy intensa.

    Cuando los recuerdos tienen un origen traumático, se almacenan en sistemas de memoria o redes neuronales, independientes de la memoria consciente de la persona. Es decir, es como si una parte de la persona no quisiera saber nada de la otra. De esta forma, la persona aprende a desconectarse de una parte importante de sus experiencias internas y su sensación corporal ante experiencias que le puedan recordar al trauma.

    Síntomas de los traumas

    Entre otros síntomas, se puede sufrir una reexperimentación frecuente del hecho traumático, como flashbacks, pesadillas, etc. Presentar conductas de evitación a determinados lugares, situaciones, personas… También puede tener síntomas de bloqueo psíquico y emocional, como sentimientos de desapego, anhedonia, amnesia, disociación etc. Además, puede experimentar hiperactivación (hipervigilancia, dificultades para dormir, respuesta de sobresalto, irritabilidad, etc.)

    Estos síntomas, muchas veces son de aparición tardía, hasta años después de ocurrir el hecho traumático.

    Es importante la valoración psicológica adecuada, que tenga en cuenta el origen y raíz de la sintomatología, para no caer en diagnósticos centrados en esta, y diagnosticar erróneamente un Trastorno de ansiedad generalizada, depresión… etc.

    Intervención

    Una tarea esencial en la intervención del trauma es ayudar a la persona a saber estar en el presente cuando conecta con el evento traumático, centrarse en sus sensaciones corporales y favorecer su expresión. Cuando cambiamos lo que sentimos en el cuerpo, no revivimos el trauma. Por este motivo, en la recuperación y tratamiento del trauma es importante que ante el bloqueo, podamos potenciar el movimiento y la acción. Por ejemplo,  ante el sentimiento de indefensión se puede provocar fuerza. Esto hace que se procese una respuesta somática contraria a la  asociada al trauma.

    Para la persona que ha experimentado el trauma, si su cuerpo experimenta sensaciones asociadas al miedo, su cerebro interpretará que está en una situación de peligro. Por este motivo, es importante ayudarla, en ese momento, a despertar su sistema de evaluación actual, teniendo en cuenta su percepción presente.

    A medida que la persona siente corporalmente sensaciones que contradicen a la indefensión, como la fuerza, la acción… Puede contener las emociones asociadas al trauma y experimentar vitalidad, excitación, bienestar, entre otras. Una vez que ha llegado a este punto, podrá afrontar el sentir las sensaciones asociadas al trauma, podrá observarlas y modular la intensidad de su expresión para que pueda contar la historia que recuerda.